miércoles, 18 de marzo de 2015

ÁLVARO VALVERDE EN EL IES EL BROCENSE

Álvaro Valverde (Plasencia, 1959) estará en el Instituto «El Brocense», por la mañana a las doce, y en el Palacio de la Isla por la tarde, a las siete y cuarto.
Álvaro Valverde fue presidente de la AEEX entre 1999 y 2003; y coordinador del Plan de Fomento de la Lectura de 2002 a 2005 y de la Editora Regional de Extremadura desde 2005 a 2008.
 Es autor de libros de poesía como Las aguas detenidasUna oculta razón (Premio Loewe), A debida distancia,Ensayando círculosMecánica terrestre o Desde fuera. Sus poemas están incluidos en numerosas antologías y han sido traducidos a varios idiomas.
Desde 2005 tiene un blog literario (http://mayora.blogspot.com.es/). También es autor de dos novelas, Las murallas del mundo y Alguien que no existe, un libro de artículos, El lector invisible, y otro de viajes Lejos de aquíUn centro fugitivo es el título de una antología que reúne poemas escritos entre 1985 y 2010. Su última obra es Plasencias.
De un viajero

Quise volver de donde no se vuelve.

Si el viaje duró lo que dura una vida,
fue el destino culpable.
Nada hice que hoy me recuerde el pasado.

Una bruma extravía los mares que cruzara
y en el puerto se cubren las balizas de sal.
De las ciudades guardo la nostalgia del límite
y ningún barco lleva el nombre de mi reino.

Demoré la llegada sin saber que perdía
esa clave dudosa que dibujan los atlas.
Sólo sé que fue inútil.
Viviré de olvidarme.
De "Una oculta razón" 1991

Ciudad de ceniza 

Una ciudad es todas las ciudades.

Cruzas el mismo andén, las avenidas
iguales y lejanas, tan inhóspitas
como esos edificios que proyectan
su luz vítrea y opaca en el asfalto.

Una ciudad es sólo un sentimiento
de euforia o de catástrofe, un círculo
que es suma de otros círculos
igual de fantasmales.

Es un azar, una ciudad; un tramo
entre dos direcciones de ida y vuelta,
y un idéntico fin y un mismo origen.

Con la mirada hundida, el paso rápido,
recorres sin cesar las mismas calles
que desoladas cercan tu destino.
De "Mecánica terrestre" 2002

Meditación en Londres

Escucho en la sumisa soledad de la tarde
el rumor de las sombras cuando llega la noche
y en la ventana, oblicua, la luz se ha detenido.

Lo que está al otro lado,
¿no son, acaso, idénticas visiones
de ciudades distintas
unidas por su sola sucesión en el tiempo?

Las ramas de Hyde Park que hoy oscurecen
la mesa donde escribo,
¿no son en su quietud las contempladas
algún lejano día que regresa?

Se dibuja un perfil, la vaga imagen
de un paisaje que agota su presencia
como demora de su ser inmóvil.

El caer de las hojas reconoce
su tránsito fugaz en la distancia
que separa la vida de su muerte.
De "Una oculta razón" 1991




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